Luz De Isis
Templo de la Serenidad
Haremos una comparación de como era el Templo de la Serenidad en Guild Wars Prophecies y como es actualmente en Guild Wars 2.
Guild Wars
Foto del templo
En el templo hay dos estatuas de las diosas de Dwayna y Melandru. Cada una de ellas con una inscripción.
En el Templo se encuentran varios personajes, y destacando sobre los demás está la Sacerdotisa Rashenna. Esta sacerdotisa nos ofrecerá la misión Sanadores de refuerzo.
Listado de los personajes.
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Agente de Xunlai [almacenamiento]
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Erudine
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Kendrick Rojobastón
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Verena [armas]
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Serina [mercader]
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Hermana Alesia [Sanadora esbirra]
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Stephan [Luchador esbirro]
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Orion Elek [Mago esbirro]
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Reyna [Arquera esbirra]
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Sacerdotisa Rashenna
Comentarios de los personajes.
Ubicación en el mapa
Guild Wars 2
Foto del templo
En los Restos de Serenidad también hay dos estatuas de Dwayna y Melandru junto a otros restos del Templo como piedras misteriosas, columnas rotas, muros de piedras y escaleras de piedra. Veremos lo que se puede leer en las inscripciones de las estatuas y del resto de ruinas.
En las cercanías de los Restos de Serenidad se encuentra la tumba de Rashenna. En los restos del Templo también hay enemigos fantasmas.
Listado de enemigos.
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Arquero/a ascaloniano/a
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Encantador/a ascaloniano/a
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Luchador/a ascaloniano/o
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Mago/a ascaloniano/a
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Curandero/a ascaloniano/a
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Kendrick Báculorrojo
Supongo que los enemigos arquero, luchador, mago y curandero hacen referencia a los esbirros que había en Guild Wars original, es decir, arquero, por Reyna, luchador por Stephan, mago por Elek y curandero por Alesia. La encantadora haría referencia a Erudine y Kendrick es obvio.
Conversación con la Sacerdotisa Rashenna.
Tumba de la Sacerdotisa Rashenna.
Estatua de Dwayna
Y cuando el mundo repicó con el fuerte
sonido de las espadas y el fuego cayendo
de los cielos, Dwayna, reina de la vida y el
aire, escuchó los lamentos y súplicas de los
más débiles.
Y mientras el retumbar de la guerra seguía,
apareció Doric, quien se arrodilló a sus pies.
Y Ella puso su mirada en las tierras
devastadas por la guerra y la muerte, y con
lágrimas rodando por la mejilla posó las
gentiles manos sobre el hombre postrado. Y
le dijo, baja las armas, como yo he hecho
contigo, tú debes hacer lo mismo por tus
hermanos. Ofrece protección a los débiles.
Ofrece consuelo y acogida a aquellos que
la necesiten. Salva a los heridos.
Soy tu diosa, y bendeciré a los que sigan
estas doctrinas.
Escrituras sagradas de Dwayna: 115 a. É.
(Antes del éxodo)
Estatua de Melandru
Y una tribu de humanos ateos deambulaba
sin rumbo fijo. Allí donde acampaban, lo
destruían todo.
Y la tribu se encaminaba para encontrar otro
campamento, cuando de repente brotó un
muro de ramas espinosas que bloqueaban el
camino.
Y Ewan, jefe de la tribu, dijo, conocéis las
costumbres. Quien haga magia será
castigado con la muerte.
Pero nadie avanzó. Y de la tierra creció un
gran árbol, y, desplegando sus ramas,
reveló el torso de una mujer. Y dijo, soy
Melandru, la Madre de la tierra y la
naturaleza. De aquí en adelante quedaréis
enlazados a la tierra. Cuando ella sufra,
vosotros sufriréis.
Y así ocurrió. De sus miembros brotaron
ramas, y la sangre en sus venas fue la savia
de los árboles. Y Ewan y su tribu se
transformaron, y formaron comunión con la
naturaleza.
Escrituras sagradas de Melandru: 48 a. É.
Erudine
Esos cristales gigantes que los Charr han traído
parecen tener un efecto drástico en la fauna y
flora local. Fascinante.
¿A qué has venido al Templo de la Serenidad?
Kendrick Rojobastón
La sacerdotisa Rashenna y los acólitos del
Templo de la Serenidad creen en el poder del
perdón y la clemencia. No pagues su
generosidad con insolencia. Si no respetas la
paz del Templo, ten por seguro que
comprobarás la diferencia entre mi filosofía y la
suya.
¿Por qué te diriges a mí?
Sacerdotisa Rashenna
Bienvenido al Templo de la Serenidad. Que la
Diosa Madre Dwayna vigile tus pasos y te guíe
por las tinieblas.
¿Qué te atormenta, hija mía?
Estatua de Dwayna
La piedra marcada que hay en la base de esta estatua de Dwayna revela el enorme número de visitantes que venían a presentar sus súplicas ante la diosa.
Estatua de Melandru
En la inscripción de esta antigua estatua de Melandru, gastada por el paso del tiempo, solo queda una línea legible: "Yo te uno a estas tierras. Cuando ellas sufran, tú también sufrirás".
Piedra misteriosa
Cuando te inclinas a tocar la piedra, de su interior sale una voz: ¿Por qué has entrado en este lugar sagrado? ¡Márchate!
Mientras retrocedes, oyes otra cosa.
Una dulce voz parece emanar del aire mismo que inunda el templo.
"Busca la piedra a la sombra del himno que por 'me' empieza y por 'u' termina".
Busca la piedra de la que hablaba el acertijo.
Piedra misteriosa
Esta es una de varias piedras misteriosas esparcidas por las ruinas del Templo de la Serenidad. La historiadora Jinell del Priorato de Durmand cree que han de estar relacionadas de algún modo.
Toca esta piedra.
La voz susurrante repite:"Busca la piedra a la sombra del himno que por 'me' empieza y por 'u' termina".
Sigue buscando la siguiente piedra.
Piedra misteriosa
Esta es una de varias piedras misteriosas esparcidas por las ruinas del Templo de la Serenidad. La historiadora Jinell del Priorato de Durmand cree que han de estar relacionadas de algún modo.
Toca la piedra.
Una dulce voz parece emanar del aire mismo del templo. "Comienza con la piedra que cada nuevo sol baña primero".
Busca la piedra del acertijo susurrado.
Columna rota
En la base de la columna hay un lazo harapiento que envuelve un pedazo de porcelana descascarillada. Su edad y desgaste sugieren que es un vestigio de una celebración largo tiempo finalizada.
Dejar la columna.
Muro de piedra
Aunque el paso de los siglos las ha descolorido, aún se pueden distinguir
marcas de fuego en este sencillo muro.
Dejar el muro.
Escalera de piedra
Estos viejos escalones de piedra están lisos, tal vez pulidos por las idas y venidas de innumerables adoradores y celebrantes.
Dejar los escalones.
Bienvenida al Templo de la Serenidad. ¿Qué es lo que te inquieta, pequeña?
Siento interrumpir tu descanso. No pretendía hacerte daño.
Tu presencia no es molestia. Es interesante relacionarme contigo, en vez de con los fantasmas infelices que suelo encontrarme. Permíteme ofrecerte un regalo. Que la diosa madre Dwayna vele tus pasos y te guíe a través de la oscuridad.
Gracias.
Una lápida antigua pulida por el tiempo reposa aquí. Gran parte de su inscripción se ha vuelto ilegible por el paso del tiempo. La parte descifrable reza: "Que Dwayna vele por ti y te guíe en la oscuridad".
Dejar la losa.
Ubicanción en el mapa
Los Olvidados
El extracto que vais a leer pertenece a Los Manuscritos de Guild Wars: Libro I - La Leyenda de Guild Wars.
Hace casi tres mil años, una raza de serpientes salió del Abismo y pisó el suelo de Tyria. A diferencia de las serpientes normales, éstas se movían enderezadas, sabían hablar y tenían una cultura elaborada. Habían sido invocadas por los antiguos dioses y traídas a este mundo para ser sus guardianes. Su tarea consistía en guiar a las demás criaturas terrestres en aquellos tiempos de transición, mientras los dioses seguían creando el mundo a su alrededor.
Desde la Costa Empañada en el oeste, hasta la Bahía de las Sirenas (ahora llamada el Mar del Pesar) del sur, y desde los lejanos lindes orientales del Desierto de Cristal hasta la Cuenca del Gigante en la costa septentrional de Kryta, Tyria floreció bajo la protección de estas criaturas místicas. Las serpientes eran las protectoras de la tierra, las guardianas del saber y las maestras de todas las cosas, y, en sus tiempos, el mundo se mantuvo en equlibrio.
Pero entonces, una nueva raza de criaturas fue concebida. No eran ni serpientes ni bestias; tampoco eran plantas ni piedras. Esas criaturas no tenían una piel quitinosa con la que protegerse ni garras con las que desgarrar carne. Habían llegado desnudas e indefensas, excepto por una cosa: su sed de poder.
...
En menos de un siglo, las serpientes que habían protegido y cuidado a Tyria ya no eran necesarias. El equilibrio que habían conseguido se había roto y no había forma de restablecerlo. Al ver que el mundo había cambiado, y como preferían no librar una guerra por el control del continente, las serpientes se retiraron del mundo de los hombres. Se fueron de las costas y las selvas, y abandonaron sus asentamientos en las altiplanicies y montañas. Dejaron a los recién llegados a sus anchas, y se retiraron a vivir en el único lugar donde los humanos no lo hacían ni podrían hacerlo: el Desierto de Cristal.
Las serpientes nunca regresaron al mundo de los hombres, y, poco a poco, su influencia se desvaneció. Para los humanos pasaron a ser parte del pasado, una parte de la que se hablaba en los mitos y leyendas. Y, con el tiempo, su recuerdo prácticamente se desvaneció de la consciencia humana. Pero no se habían ido, sólo habían quedado olvidados.
En Guild Wars Prophecies, en el Desierto de Cristal hay un par de misiones relacionados con Los Olvidados. La primera de ellas se encuentra en el Cañón del Destino y la ofrece una fantasma llamada Annelle Fipps y dice lo siguiente.
Sariss Yassith nos ofrecerá la segunda misión de los Olvidados.
Los Olvidados también aparecen en Nighfall, pero de momento lo dejaremos aquí.
Los Olvidados
Annelle Fipps (Cañón del Destino):
Hace mucho tiempo, mi pueblo solía venir a este desierto en busca de la Ascensión. De este modo nos tropezamos con unas extrañas criaturas parecidas a serpientes, conocidas como los Olvidados. Mi gente comenzó inmediatamente a hacer la guerra contra estas criaturas, pensando que se trataban de simples bestias sin cerebro. Un día que había salido a explorar me encontré con uno de los Olvidados, solo, en las Dunas Celestes y me maravilló descubrir que podía conversar con esa criatura. Supe que su nombre era Sariss Yassith y él me contó muchos de los secretos de este lugar, secretos que podrían haber ayudado a mi gente, pero por desgracia ya era demasiado tarde. Si quieres averiguar más acerca de los Olvidados, deberías buscar a Sariss Yassith en las Dunas Celestes.
¿Seguirás el camino de la sabiduría?
Recompensa:
1.000 de experiencia
Venganza
Disparo preciso
Sariss Yassith
¿Has venido buscando la sabiduría de los Olvidados?
Debes saber entonces que mi pueblo pertenece a una raza ancestral, quizás la más antigua de las que aún vagan por este mundo al que llamais Tyria. Hubo un tiempo en el que gobernábamos este mundo. Ahora mi gente custodia los secretos de la meseta, los secretos de la Ascensión. Siento en tí una fuerza interior que no había visto antes en los muchos viajeros que han llegado a este desierto a lo largo de los siglos. Puede que tengas éxito en tu búsqueda, pero nada es seguro en este mundo. Te concederé un pequeño presente que te ayudará en tus empresas, pero si lo que buscas es más conocimiento, un saber olvidado, deberás recurrir a otro.
Recompensa:
1.000 de experiencia
Venganza
Disparo preciso
Sariss Yassith
Si buscas ampliar tu sabiduría para ayudarte en tu camino a la Ascensión, deberás buscar a mi compañero Siliss Yassith en el mar Árido. Él podrá otorgarte el discernimiento necesario para sacar mayor provecho de tus propias habilidades.
¿Irás en busca de esa sabiduría de los Olvidados?
Recompensa:
1.500 de experiencia
15 puntos de atributo
Siliss Yassith
Presiento que has venido a mí en busca de la sabiduría de los Olvidados. Debes saber entonces que los Olvidados fuimos la primera raza en gobernar Tyria. Durante nuestro reinado, el mundo estaba en paz; y así fue hasta la llegada de los humanos. No podíamos competir con los salvajes humanos y poco a poco fuimos retrodeciendo hasta este desierto. Fue aquí donde conocimos a nuestra futura maestra, Glint, la gran dragona de cristal. Es a ella a quien has de buscar si deseas alcanzar la Ascensión. Siento una gran bondad en tu interior y me sería grato que pudieses culminar tu búsqueda. Permíteme que libere una parte de tu potencial interior.
Recompensa:
1.500 de experiencia
15 puntos de atributo
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